lunes, 3 de julio de 2017

EL CASO BUICK

Tomado del libro Jim Morrison: Life, Death, Legend, de Stephen Davis, Ghotam Books, Penguin group. 2004. Traducción por Raúl Lino Villanueva.



Jim Morrison y Pamela Courson volaron de regreso a Los Ángeles en la última semana de noviembre de 1968. Y fue a causa de los Doors.

 Bill Siddons le habló a Jim primero sobre el a anuncio de Buick. Jim había ido a la oficina de los Doors para leer su correspondencia. El personal se sorprendió al verlo, aunque nadie le preguntó dónde había estado. Jim lucía de nuevo una barba entera, y no tenía buen aspecto, además de estar con el jet lag y quizá borracho. Bill se llevó a Jim a  su despacho y le dio la buena noticia que los Doors habían vendido Light My Fire a la General Motors para una campaña publicitaria de la Buick. Como la agencia de publicidad necesitaba una respuesta rápida y ellos no podían encontrar a Jim, los otros tres lo aprobaron, a toda prisa. Max Fink había firmado el contrato en virtud de los poderes como abogado de Jim.


 Jim escuchó en silencio, con un enojo creciente, a medida que Bill resumía el contrato que proporcionaba a los Doors sesenta mil dólares que necesitaban con urgencia, por los derechos para utilizar la canción de Robby Krieger para promocionar el potente nuevo auto de Buick, el Gran Sports GS455, de 1970, en radio y televisión. 

La cosa iba a ser Come on Buick, light my fire! en las ondas radiofónicas de costa a costa. Jim Morrison se quedó conmocionado. No lo podía creer. Ellos le dijeron que era la culpa de Jack Holzman (Elektra recibiría con veinte mil dólares en concepto de participación) En seguida el grupo y el management se reunieron en sesión de urgencia. Ray Manzarek citó las observaciones de Jim (treinta años después):
“No pueden firmar sin mí…¿Por qué? Lo hacemos todo juntos, ¿Por qué hicieron eso sin mí?...¿Y qué? ¿No podían esperarme?....FUCK YOU!”
 Silencio total, Jim nunca les había gritado así. Estaba ciego de rabia y parecía afligido. Se levantó y se puso a dar patadas. “FUCK YOU GUYS. Yo pensaba que éramos hermanos”
 Ray contestó: “Y los somos. No ha cambiado nada”.
 Jim le miró con aspereza: “Todo ha cambiado. Todo…porque ya no puedo confiar más en ustedes…Ustedes han hecho un pacto con el diablo”.
 Ray maldijo a Jim.
 “Yo te conozco, Ray – dijo Jim – Tú estás en esto sólo por el dinero”. Se produjo un momento de silencio. Robby le dijo a Jim que ya no se podía hacer nada. Era un contrato firme.
 “¿Ah sí? Ya lo veremos! ¨Por mis huevos!”. Jim estaba en pleno delirio, se puso a hablar acerca de destrozar Buicks en el escenario con un mazo. Todos estaban totalmente conmocionados. Bill Siddons: “Se sentía traicionado. Sus socios le habían traicionado. Ellos se habían vendido a la Norteamérica empresarial sin preguntarle. El sencillamente no lo entendía”. Jim llamó por teléfono a Abe Somer, el abogado del grupo. “Amenázalos con una demanda. Diles lo que sea pero detén el puto contrato”. Pero era demasiado tarde. Los anuncios de había grabado y emitido de una manera restringida, en su mayor parte en el sur y en el Medio Oeste.



 Bill Siddons: “Se acabó. El fin de un sueño Ese fue el fin de las relaciones de Jim con los demás integrantes del grupo. Desde aquel momento, se trataba estrictamente de negocios. Fue el día que Jim dijo: “Ya no tengo compañeros. Tengo socios”. Los demás Doors se quedaron paralizados. Otros grupos de rock actuaban cada noche, e ingresaban mucho dinero yendo de gira. Los Doors solo podían actuar las tres noches de los fines de semana, lo máximo que Jim Morrison podía tolerar. Robby Krieger : «Después de hacer un concierto, nosotros [los demás Doors] estábamos agotados. Nos íbamos a la habitación y caíamos rendidos. Pero Jim no hacía más que seguir: De fiesta, charlando, hasta el siguiente día. Luego otro concierto a la noche siguiente y Jim seguía igual. Éste es el motivo por el que nunca hacía giras largas. Jim se “cansaba”» Los Doors pensaron que vender la canción de Robby a Buick era una buena manera de compensar esta desventaja. Jim rehusaba venderse.




 Bill Siddons: “Yo sabía que Jim tenía muchos problemas graves. Yo no sabía cuáles eran. Yo sólo sabía que él se metía en el cuerpo más alcohol que nadie…Yo pensaba que intentaba suicidarse, porque las cantidades no significaban nada para mí. Él actuaba en la tierra de Jim y nadie más actuaba allí excepto Jim”.