Tomado del libro Jim Morrison: Life, Death, Legend, de Stephen Davis, Ghotam Books, Penguin group. 2004. Traducción por Raúl Lino Villanueva
Jim Morrison y su abogado de siempre, Max Fink.
Si hay que creerle al abogado de confianza de Jim Morrison, la introducción de Jim a la sexualidad fue temprana. En 1969, en plena preparación para el juicio por obscenidad y conducta lasciva que podía haberle costado a su cliente una sentencia de cárcel, el abogado Max Fink, de Beverly Hills, hizo un informe de la historia sexual de Jim Morrison. Según la transcripción de una entrevista posterior grabada en cinta, realizada por Margaret, la esposa de Fink, el abogado dijo que preguntó a Jim por qué había elegido exhibir sus partes en el escenario en su estado natal de Florida. “Pensé que era una buena manera de rendir homenaje a mis padres”, respondió Jim.
La familia Morrison
Desconcertado, y consciente del abismo que parecía separar a Jim Morrison de su familia, Fink preguntó entonces qué le habían hecho sus padres. Según se dice, Jim habló del trauma de mojar la cama, y luego dejó caer que, de muchacho, un hombre había abusado de él. Jim rehusó a decirle a Max Fink quien le había asaltado sexualmente, salvo para decir que era alguien cercano a la familia. Cuando Jim intentó contárselo a su madre, declaró Fink, ella se puso furiosa, le llamó mentiroso, e insistió en que una cosa así nunca podía haber ocurrido.
Jim Morrison en 1952, 9 años de edad
Fink dijo que Jim se puso a llorar a medida que le contaba la historia, y manifestó que Jim había dicho que nunca perdonaría a su madre por eso. (Para que conste, los abogados de la familia Morrison niegan categóricamente que cualquiera de dichos incidentes o ese “supuesto comportamiento” hubieran sucedido jamás)